¿Cuánto tenemos que cuidarnos en el embarazo, verdad?
A veces puede resultar un poco tedioso tantos cuidados, pero lo mejor es ver la parte positiva y aprovechar estos meses tan preciosos para cambiar hábitos nocivos.
No es nuevo el hecho de cuidarse la piel en el embarazo, de hecho solemos preocuparnos en exceso por las temidas estrías.
Pero, ¿qué pasa con el sol ahora que llegan los primeros rayos?
Es tras mi segundo embarazo cuando me arrepiento de no haber tenido la suficiente precaución con el sol.
Mi problema fue confiarme, creer que no me iba pasar a mí, que no me saldrían esas manchas en la cara. Y así lo creía porque tuve un embarazo muy complicado en el que apenas salía de casa, y por supuesto no pisé la piscina ese verano.
Lo que ocurre es que en verano el sol está presente en cada paseo que hacemos, en cada mínima salida de cinco minutos... Nimios momentos a los que no damos importancia pero que se convierten en una exposición peligrosa para nuestra piel, que al estar embarazadas está sumamente vulnerable.
Por eso os recomiendo tener mucha muchísima conciencia con este tema porque os aseguro que es más fácil llevar la crema de protección solar siempre en el bolso que lidiar con estas manchitas marrones; las cuales, en ocasiones, nunca desaparecen. Como se suele decir: más vale prevenir que curar.
Además, siguiendo con nuestra visión positiva de las cosas, esta situación os puede servir como costumbre para cuando nazca el bebé, al que debéis proteger también del sol. Así nunca olvidaréis su crema solar.
Aunque con respecto a la protección del bebé ya os hablaré más detenidamente, de momento os vaticino que no se le puede echar crema de protección solar antes de que cumpla los 6 meses, por lo que la única protección que tendrá es la sombra (aunque sea con la sombrilla del coche).
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